Inequidad de ingresos: inquietante tendencia en la economía global (1)

En la opinión de: CPC Enrique Campos, MBA GDP Consultores
enrique.campos@gdp-consultores.com

A finales del 2014, en la reunión anual del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) se establecieron los temas cruciales a la Agenda Global, aprovechando la experiencia y el conocimiento de los miembros de su Consejo para la Agenda Global emitieron sus recomendaciones sobre los temas que, basados en su juicio y experiencia, tendrán impacto en la economía global durante los próximos 12 a 18 meses.

La profundización en la inequidad de ingresos, por mucho, es el tema que incide en la economía global que más preocupa a los expertos, quienes señalan que la brecha entre los que más tienen y los que no tienen absolutamente nada se hace cada vez más grande y difícil de cerrar. Se agrava esta condición si consideramos que la inequidad implica situaciones de falta oportunidad vinculada al género, raza y edad.

Preocupan, sin lugar a duda, las marcadas diferencias entre la población. El llamado a un nuevo orden social en la economía global suena cada vez más fuerte, las consecuencias se manifiestan en varios  aspectos: educación, salud, desempleo, migración, democracia y falta de credibilidad en las instituciones.

En México es, al parecer, imposible romper con esta tendencia. Recientemente la OCDE, en su reporte “Diagnóstico de desarrollo territorial de México” señala que nuestro país es el único en Latinoamérica con una regresión en el combate contra la pobreza debido, entre otras razones, a la desigual distribución de los ingresos y a la falta de desarrollo económico.

Los dos reportes mencionados sólo nos confirman los síntomas de la grave enfermedad que, desde hace algunos lustros, padece nuestro país y a los cuales no hemos sido capaces de encontrarles medicina que los sane. El desarrollo económico, motor del crecimiento de la economía, se percibe lejos.

Tomar decisiones acertadas y de trascendencia hoy, pudiera empezar a revertir situaciones añejas que impactarán positivamente a futuras generaciones. Cerrar la brecha de la desigualdad implica visión de largo plazo y, sobre todo, esfuerzo sostenido. Por el contrario, los constantes cambios en programas de gobierno impactan de forma negativa en el desarrollo económico.

Preocupa la falta de sensibilidad ante una situación grave y con consecuencias negativas para el desarrollo económico regional y global, es un hecho que el crecimiento económico no necesariamente se refleja en más empleos, por lo que, generar programas que fomenten nuevas alternativas de ingreso para la población es indispensable.