Tijuana es una ciudad “en estado muy delicado, pero con los medicamentos adecuados y terapia, esta gran frontera se puede curar”, afirmaba en marzo de 2013 el Dr. Jorge Astiazarán Orcí, en el marco de la campaña por la presidencia municipal. A dos años y tres meses del inicio de su gestión, el Dr. Astiazarán no ha logrado prescribir recetas que redunden en cambios reales, medibles y de calidad para la ciudad, ni siquiera en ligeras mejoras, tampoco ha resuelto los problemas cada vez más apremiantes de violencia e inseguridad.
Las acciones del alcalde están llevando a Tijuana nuevamente a una situación de inestabilidad, debido a la desmedida inseguridad que se está generando por mantener a un familiar cercano al alcalde en una posición estratégica, como la Dirección de la Policía Municipal.
De acuerdo con la Procuraduría General de Justicia del Estado, el 2015 fue el tercer año más violento en la historia de Tijuana, con un total de 670 homicidios, solamente detrás del 2010, año en el que se registraron un total de 817 ejecuciones, y 2008 que contabilizó 844.
En varias ediciones de Business Conexión hemos preguntado ¿Quién dirige el XXI Ayuntamiento de Tijuana? la respuesta oficiale el alcalde, Dr. Jorge Astiazarán Orcí, pero la realidad es que no existe un personaje que devengue el poder y haga valer las leyes, el poder real y la corrupción la encabeza el secretario de Gobierno Bernardo Padilla, quien no es el único funcionario que tiene un coto de poder.
Dentro de la Policía Municipal de Tijuana, donde el trabajo realizado en los últimos años se ha ido a pique tras haber nombrado a un camillero de la Cruz Roja como director de esta corporación Policíaca, cuya única cualidad para obtener el puesto fue ser familiar del alcalde y haber ocupado un puesto de enlace binacional en la anterior administración, lo cual no le da las credenciales necesarias para ocupar un puesto de tan alto nivel de responsabilidad.
Sin embargo, el alcalde asegura que: “la mejor corporación policíaca del país, está en Tijuana; el trabajo en equipo y la presencia en las calles, es un esfuerzo que buscamos mantener para evitar actos delictivos, por este motivo no descansaremos hasta tener una ciudad más segura”.
En una encuesta realizada los primeros días de enero por la empresa IMERK, al poco tiempo de la declaración anterior, la principal preocupación de siete de cada diez habitantes de Baja California para el 2016 fue la INSEGURIDAD, el indicador subió a ocho en la ciudad de Tijuana.
Los delincuentes se jactan de ser los “dueños” de la ciudad; se amenazan descaradamente y hasta anuncian cuándo y contra quiénes irán, haciendo parecer a las autoridades débiles e incapaces de poderlos meter al orden.
Ya no se puede decir que “se están matando entre ellos” o que “los muertos tenían antecedentes criminales” porque apenas hace un par de días, un hombre que se ganaba la vida de manera honesta, sucumbió ante las balas torpemente lanzadas de unos asesinos a los que nada les importa la vida humana. Ya no es una novedad que la escalada de violencia continúe subiendo de manera alarmante y los gobiernos muestren su incapacidad para poderla enfrentar.
Sin embargo, el secretario de Seguridad Pública Municipal, Alejandro Lares Valladares, pregona: “Llevamos ya 57 casetas inauguradas a lo largo de toda la ciudad, tenemos una flotilla de aproximadamente 280 patrullas nuevas, que vienen a reforzar la estrategia de seguridad pública, elementos policíacos dotados con cámaras corporales”.
Agregó: “Tenemos elementos utilizando tabletas inteligentes, y el helicóptero, que por años duró parado, está nuevamente en el aire. Y así, un sin número de estrategias y tácticas que traemos, precisamente para prevenir y continuar con mejoras dentro de la ciudad”.
De la fuerza que dirige, indicó: “Aproximadamente tenemos 2,200 elementos policíacos, de los cuales 300 son mujeres”.
No obstante, cada vez que acontece un incidente delictivo, su respuesta automática es: “Lamentablemente son hechos que siguen sucediendo en esta ciudad por ser fronteriza, debo mencionar que son personas relacionadas con la delincuencia organizada de la ciudad”.
Cuándo se percatarán, tanto el Dr. Astiazarán como el Sr. Lares, que ese discurso ya caducó, eso sin contar que esta administración ha permitido que viejas prácticas que estaban controladas, pero no erradicadas, vuelvan a ser utilizadas dentro de la corporación.
Nos referimos a que nuevamente existe corrupción en la asignación y control de las armas y del material nuevo. Como en los peores tiempos de la corporación, hoy los agentes tienen que pagar una cuota para hacer uso de estas herramientas de trabajo, eso sin contar que nuevamente se tienen que comprar sus uniformes y que cuando llega equipo nuevo como patrullas, chalecos o armamento, éste se guarde hasta que la agenda del alcalde permite que se haga un anuncio oficial o hasta que su equipo de comunicación, el cual va ya por su tercer responsable, lo pueda utilizar para alguna campaña como la del Segundo Informe, donde se pregonó que se equipó a la Policía Municipal con nuestros impuestos. Lo cual en parte es cierto, lo que faltó aclarar es que dichos recursos eran de carácter federal, provenientes del Fondo SUBSEMUN, otro error de la Dirección de Comunicación Social, en donde también se carece de profesionales en el área, pues el primer director −que se peleaba con los medios por decir lo que sucedía− fue reemplazado por un “niño” que solamente hacía teatro, y éste a su vez fue reemplazado por un abogado que sólo trabaja para el Hipódromo y para los candidatos del PRI afines a esta corriente.
Mientras esto sucede, dentro de la corporación policiaca existen toda clase de desfalcos como el caso del Folio 35896 de la partida 243, referente a Mantenimiento de Equipo de Servicio con COG 296002, destinada a Refacciones y Accesorios para Equipo de Transporte de Seguridad Pública, fechada el 31 de diciembre del 2014 (a unos días de la entrada de esta administración), la cual ampara la compra de 25 juegos de torretas, 25 barras de tráfico y 25 spot light de halógeno con bracket para patrullas por un monto de 1,288,470 pesos, los cuales fueron liquidados en el 2014 sin que hasta la fecha dicho equipo haya sido recepcionado por la unidad correspondiente, a esta anomalía se le suma el hecho de que los 25 spot light con bracket son aditamentos que se dejaron de usar en las patrullas hace más de 15 años, ¿y esto cómo lo pueden explicar el alcalde o el Sr. Lares? Sin embargo, en cuanto discurso sobre seguridad y corrupción se realiza el alcalde enfatiza que no va a tolerar a ningún funcionario abuse de su puesto y responsabilidad, y que todos deben respetar la Ley.
Desafortunadamente los funcionarios no son los únicos que no respetan la Ley, tampoco lo hacen los ciudadanos, quienes deberían cuidar que ésta se respete, pues se toman la libertad de cerrar calles que son de uso público por diferentes motivos, como es el caso del fraccionamiento Bugambilias, en La Mesa, o de la privada San Sebastián de Colinas de Agua Caliente, en donde los vecinos pusieron una caseta de seguridad con rejas y no permiten el paso por una vía pública, sin tener ningún tipo de permiso y sin que exista ningún tipo de normatividad para que esto suceda. Al respecto, el alcalde sigue advirtiendo que las calles son de uso público, no privado, mientras los habitantes de estas colonias se siguen riendo de él, y sobre todo de la Ley.
Es extraordinario que la sociedad reaccione de inmediato ante aquello que considera son actos nocivos de la autoridad, como sucedió con el escándalo de “TIJUANA COQUETA”, que obligó a las autoridades municipales a reflexionar y rectificar sus aparentes propósitos. Lástima que no reaccionan igual ante otro tipo de actos indebidos de los gobernantes, que implican corrupción y que también son nocivos a la sociedad, como el anuncio de que esta administración generará más burocracia, y el más de un millón y medio de pesos que se gastarán en una nueva dependencia del gobierno de Tijuana enfocada en la atención al migrante. Una nueva dirección que empezaría a operar el 30 de enero y contará con ocho funcionarios.
¿No es suficiente tener ya una dependencia oficial y otra estatal sobre el mismo tema? ahora hay que agradecer al Dr. Astiazarán el que genere más carga burocrática, que solamente servirá para que ocho nuevos funcionarios vivan del presupuesto.
Solamente un favor alcalde: no trate a los ciudadanos como ignorantes, tontos, sumisos, resignados, dóciles ni tolerantes, porque sus acciones son totalmente incongruentes y no engañan a nadie, por favor no nos insulte.
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