En entrevista para Business Conexión, el Dr. Jaime Alonso Gómez Aguirre, quien ocupa desde agosto de 2015 el cargo como director de la Escuela de Negocios de la Universidad de San Diego (USD), habla del compromiso de la institución para apoyar el tejido empresarial de la comunidad, promover el espíritu emprendedor y buscar que sus egresados sean socialmente responsables e internacionalmente competitivos, y de cómo lo anterior se refleja en los docentes, programas y métodos, así como en la manera en que se implican con la comunidad externa, iniciativa privada y organismos gubernamentales.
De acuerdo con el Dr. Jaime Alonso, una escuela de negocios puede ser relevante en una comunidad, presentando oportunidades internacionales de desarrollo y una educación internacional intelectualmente estimulante, tal como lo hace la USD al ofrecer: un programa de Doble Titulación, con un grado europeo y un grado americano de licenciatura, combinados con programas de Entrepreneurship, “una propuesta de valor que implica algo relevante, robusto y riguroso para jóvenes que buscan ser cosmopolitas en su educación”; el Global Institute for Innovation and Entrepreneurship con el que se busca desarrollar empresas con una visión orientada hacia las 5 P: gente, planeta, utilidades, paz y prosperidad (people, planet, profit, peace, prosperity), con la que esta institución académica busca reivindicar el papel de la empresa como agente activo no solamente de utilidades, sino también de paz y prosperidad; y programas educativos para fuerzas militares en condición de retiro que les permiten transitar a la vida civil como consultores, ejecutivos corporativos, emprendedores, inversionistas, coaches o mentores de las nuevas generaciones.
Aunado a ello, la universidad está en un proceso de acercamiento con las empresas para que profesores de USD sean invitados a formar parte de los directorios de las empresas, lo que ayuda a alinear cada vez más los programas de la Escuela de Negocios a lo que el mercado requiere, y permite tener profesores académicamente preparados participando en proyectos relevantes a las necesidades de las empresas.
De la misma manera como se busca acercar a los académicos a las empresas, se busca acercar a las empresas a la escuela, a través de comités de empresarios que ayudan a desarrollar aceleradoras de talento, anteriormente llamadas estancias empresariales, un esfuerzo dedicado a acelerar el talento para que éste sea contratado por las empresas. Otra iniciativa radica en la enseñanza compartida, es decir, en la colaboración entre un profesor ejecutivo –ejecutivo en fase de retiro- y un profesor junior de USD, para presentar entre ambos una propuesta educativa a los estudiantes. La tercera iniciativa, ligada a la movilidad internacional, implica un trabajo conjunto entre USD y empresas multinacionales para ayudar a que los egresados se integren en las operaciones internacionales de las compañías. Adicionalmente, se cuenta con una iniciativa enfocada en acercar talento nuevo a las empresas que buscan revitalizarse, presentando opciones de estudiantes recién graduados para iniciar un Intrapreneurship en empresas generalmente familiares.
El objetivo es construir propuestas de valor atractivas para empresarios, emprendedores, empresas familiares y trasnacionales, estudiantes, profesores, ex alumnos y desde luego para las instituciones de gobierno que operan en la comunidad; Una comunidad binacional, detalla, con una economía de 230 billones de dólares, por lo que si fuera un país, representaría la sexta más grande en América Latina, después de Brasil, México, Argentina, Colombia y Perú, es decir hablamos de una región robusta no solo en términos económicos, sino también en términos de talento, pues tan solo en Tijuana hay 35,000 ingenieros y 700 maquiladoras.
“En SD el número de ingenieros y procesos de manufactura es mucho menor, por lo que hay una oportunidad real de hacer manufactura de valor agregado a través del talento de tantos ingenieros que, eventualmente, pasarán a posiciones gerenciales y requerirán habilidades de administración y liderazgo; es ahí donde podemos unir fuerzas entre ambas comunidades. Hablamos de asimetrías económicas pero también de complementariedad de talento”, resalta el Dr. Jaime Alonso.
De acuerdo con el catedrático, necesitamos un cambio de paradigma, migrar de un esfuerzo de bajo costo a un esfuerzo de valor agregado. “Típicamente las empresas en tiempos de crisis tienden a bajar el costo para responder a los retos futuros, eso debe quedar atrás para migrar a un esfuerzo de valor agregado”; “migrar de un “Hecho en” a un “diseñado en la región, manufacturado en Filipinas y vendido en los mercados de alto poder adquisitivo. Sin embargo, este cambio paradigmático no puede ocurrir si no hay un incremento en el nivel educativo. Lo importante es empezar a construir una base educativa que conduzca a ambos lados de la frontera a un proceso inteligente de integración”, concluye.
El Dr. Jaime Alonso Gómez Aguirre fue director fundador de la Escuela de Graduados en Administración y Dirección de Empresas (EGADE) Campus Monterrey. Es Doctor en Economía y Ciencia Administrativa de la Wharton School de la Universidad de Pennsylvania en Estados Unidos; Maestro en Ciencias de la Universidad de Waterloo en Canadá; Posgraduado en Ingeniería y Administración de la Calidad de la Association for Overseas Technical Scholarship en Japón; e Ingeniero Industrial y de Sistemas por el Tecnológico de Monterrey.
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