Injusta distribución de la riqueza

Recientemente tuvimos la visita del abogado y doctor en Derecho Luis Pazos, quien nos brindó una charla de lo más ilustrativa sobre la repartición de la riqueza. Aquí, y con el permiso del autor, nos permitiremos mencionar algunos de sus conceptos. Existen dos vías fundamentales, para distribuir la riqueza: la ruta del mercado o a través del Estado. En la vía del mercado operan como mecanismos distribuidores la oferta, la demanda y los precios. Todos recibimos un ingreso que nos permite demandar y adquirir riqueza en proporción a lo que ofrece el mercado.

Si produzco y ofrezco bienes o servicios, que incluyen mi trabajo, y que los demás consideran valiosos, recibo más y puedo pedir más. Mi status y nivel de vida mejora en relación directa a lo que aporto, considerado escaso o con cierta validez en el mercado.

Para que ese intercambio tenga lugar, es necesaria una autoridad, que mediante leyes adecuadas sostenga un ambiente de paz y sobre todo justicia, con respeto a los derechos de propiedad y la amplia libertad de comprar y vender a su libre albedrío.

Ese mecanismo social deja de existir y genera aumento de precios cuando alguien se apodera de lo que otros producen, o imprime dinero para demandar, sin primero ofrecer y vender un bien en el mercado.

En las naciones capitalistas con todas sus imperfecciones, el mecanismo social que prevalece son los monopolios artificiales, amparados en ciertas leyes que permiten repartir la riqueza por medio del mercado.

El otro camino para distribuir la riqueza y distribuirla es por medio de Estado, el cual busca vanamente crear una justicia social igualitaria, por medio de controles y planes centristas, dominando las principales fábricas y comercios. En este sistema el ciudadano pierde toda posibilidad de producir, comprar o vender. Se nulifica la ley de la oferta y la demanda, como ahora en Venezuela en donde la prohibición de producir y comerciar con entera libertad, provoca escasez de bienes y servicios, y crea los llamados mercados negros, fuera de todo control.