En respuesta a los controversiales cambios de estrategia y política comercial de la administración Trump, Thomas J. Donohue, presidente y director general de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos, emitió su opinión sobre las repercusiones que este tipo de enfoque tiene sobre las relaciones mercantiles globales.
“Las relaciones comerciales de los EE. UU. se vuelven cada vez más complicadas”, indicó Donohue, “a través de una combinación de aranceles y tácticas de negociación severas, la administración de Trump está tratando de resolver una serie de desafíos comerciales serios y reales que enfrenta los Estados Unidos en todo el mundo. No obstante, con este enfoque se corre el riesgo de borrar las recientes ganancias económicas que tanto le costó asegurar a través de alivio impositivo y regulatorio sin siquiera resolver los problemas subyacentes.”
“Para ser claros, la administración de Trump está en lo cierto al llamar la atención sobre las barreras comerciales que enfrentan las empresas estadounidenses y exigir una reforma de los socios de EE. UU. Sin embargo, esta estrategia debe apuntar a los problemas correctos, no a los déficits comerciales. También debe apuntar a los objetivos correctos, no a nuestros aliados más cercanos”, compartió Donohue. Desafortunadamente, la creciente lista de aranceles propuestos o impuestos por el gobierno de Trump, así como la continua incertidumbre sobre el futuro del TLCAN, ya están afectando a las empresas.
La estrategia debe apuntar a los problemas correctos, no a los déficits comerciales. También debe apuntar a los objetivos correctos, no a nuestros aliados más cercanos”.
Thomas J. Donohue
Presidente y director general de la Cámara de Comercio
de los Estados Unidos
Por ejemplo, los precios del acero en EE. UU. han aumentado casi un 40% desde enero y ahora son 50% más altos que en Europa. El Índice más reciente de construcción comercial de la cámara de los EE. UU. y USG muestra que los costos de material más altos se han convertido repentinamente en una preocupación sustancial para los contratistas. “Estos recientes movimientos comerciales están creando una gran incertidumbre en la comunidad empresarial, y la incertidumbre es el enemigo número uno de la inversión”, indicó Donohue.
Si estas acciones continúan, los negocios estadounidenses perderán clientes, los trabajadores perderán sus empleos y los consumidores de EE. UU. perderán los ingresos familiares a través de impuestos y precios más altos. Los estudios muestran que se podrían perder hasta 760,000 puestos de trabajo combinados de las tarifas ya promulgadas, así como de aquellas que se consideran en autos y autopartes. Y si la administración de Trump lleva a cabo su amenaza de retirarse del TLCAN, se podrían perder hasta 1.8 millones de empleos en los Estados Unidos solamente en el primer año.
En cada uno de estos asuntos, la Cámara de Comercio de los EE. UU. ha expresado públicamente las preocupaciones del sector empresarial a la administración y al Congreso. Así, se han dado a la tarea de recordarles que un arancel no es más que un impuesto; les han recordado que el país exportador no paga este impuesto, sino que lo paga el pueblo estadounidense. Al mismo tiempo, el sector empresarial ha expresado su apoyo a las negociaciones sólidas para abrir mercados extranjeros para los exportadores de los EE. UU. y así apuntar a un balance en el campo de juego.
Thomas J. Donohue,
Presidente y director general de la Cámara de Comercio
de los Estados Unidos
Desde que llegó al poder, la principal prioridad de la administración de Trump ha sido el crecimiento, un cambio refrescante, comparado al objetivo de administraciones pasadas. “Ahora es el momento de reafirmar que el crecimiento sigue siendo la principal prioridad de los Estados Unidos”, indicó Donohue. “Para ello, se debe incluir un enfoque eficaz para el comercio y una reafirmación del liderazgo comercial de los EE. UU. Este liderazgo es esencial para la seguridad económica, la seguridad nacional y los intereses estratégicos globales de esta nación.”
La misma Cámara de Comercio de los Estados Unidos indica que tanto vender más productos estadounidenses, como ofrecer más servicios locales alrededor del mundo es crucial para la creación de empleos. De esta manera se apoya a las empresas pequeñas y los Estados Unidos se queda con su posición de líder entre los competidores globales.
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