Por: Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC)
La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) da a conocer la variación de precios en los productos de la canasta básica registrada entre el 15 de enero y el 15 de febrero por la pulsación del mercado hecho en 14 estados de la República. Los productos que incrementaron sus precios son: aguacate 75.56%; jitomate 63.33%; cebolla 48.28%; papa 44%; limón 41.67%; lentejas 33.33% atún 29.41%; pasta para sopas 25%; chile serrano 24.24%; tomate 22%; papel higiénico 16.67%; limpiador multiusos 16.67%; arroz 16.13%; aceite 14.29%; azúcar 13.64%; sardinas 11.11%, entre otros. Prolongándose así la curva de enero y febrero, también.
“En este arranque de año el pequeño comercio ha tenido bajas ventas, la gente no ha recuperado su poder adquisitivo y su consumo sigue estando por debajo de su línea de bienestar. A las amas de casa se les ven los rostros cada vez más adustos al no encontrar la salida a su cotidianidad adversa y estresante. Esto explica la baja confianza del consumidor y su desánimo, que sumados al aumento de las materias primas, los precios de transporte marítimo y terrestre en el abasto y suministro y los constantes cambios del patrón de consumo que desajustan la logística de entrega son, entre otras, las principales causas que impulsan la inflación, enmarcadas por la incertidumbre que se genera por el temor a la aparición de nuevas y peligrosas variantes de Covid; todo esto, más sequía, inseguridad y dependencia alimentaria apuntala la inflación”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
El mundo no se atreve a cantar victoria sobre la pandemia, lo ha hecho en varias ocasiones y ha fallado. El 2022 seguirá siendo un año de grises; cero y van 4 olas de Covid que enferman al mundo. La 4ª ola Ómicron, la más contagiosa, fue relativizada por su baja letalidad, no obstante sí enfermó a muchos, heredándoles secuelas, aun y que no los hospitalizó ni cobró tantas vidas, dejando en claro la utilidad de las vacunas y la apuesta a que su efecto rebaño nos permita, por fin, derrotar al Covid.
“Para variar, no esperamos el desenlace, abandonamos el cubrebocas, la sana distancia, la sanitización constante, ni qué decir de la toma de temperatura y, desde luego, el quédate en casa. Todo el protocolo anticovid semeja una pesadilla para la conciencia colectiva, que ya no quiere saber nada de ello. Otro ejemplo de este desparpajo es en los viajes aéreos y terrestres, ya no hay filtros ni protocolos que cubrir, no tan solo hemos bajado la guardia, hemos vuelto a nuestras malas conductas, que vivan los tumultos, adiós a la sana distancia. Lamentablemente, insistimos en jugar nuestro futuro en un volado”, declaró Rivera.
Ojalá no haya ningún nuevo rebrote y no padezcamos una quinta ola Covid, ya que sería un fiel monumento a nuestro nihilismo.
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