La crianza del toro bravo, freno del cambio climático

Sus dehesas son sumideros de CO2, ayudan a fijar la población rural y son cobijo de especies protegidas

Las Dehesas (Tierra generalmente acotada y arbolada, por lo común destinada a pastos) en las que se cría el toro bravo contribuyen de manera muy eficaz a frenar el cambio climático entre otros motivos por ser son sumideros de CO2 y fuentes productoras de oxígeno. Así lo explicaron en el marco de la Cumbre del Clima en Madrid 2019, desde Alianza Rural -plataforma constituida para la defensa del medio rural, sus tradiciones, riqueza y entorno, que tiene como socios fundadores a ASAJA y a la Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL), en el transcurso de una acción donde los protagonistas del campo han hablado desde su medio natural sobre cambio climático en presencia de representantes políticos. El encuentro tuvo lugar en la finca Cerro Longo de la Sierra de la Comunidad madrileña.

El acto intentaba concienciar de que el abandono de nuestros campos supone su muerte y, en consecuencia, su desertificación y su desaparición. Por ese motivo, «el reto climático como gran revolución ambiental verde debe ir de la mano de los principales protagonistas junto con la ciencia y la tecnología», según la tesis defendida por la propia Alianza Rural, que a su vez ha insistido en otra idea clave: «Los agentes del campo somos parte de la solución para frenar el cambio climático, no somos el problema».

En ese aspecto la crianza del toro bravo es clave en el mantenimiento de la dehesa en el Mundo y la fijación de la población rural. La producción de la raza de lidia se extiende por España, Portugal, sur de Francia, México, Colombia, Perú, Ecuador y Venezuela y solo en España existen más de 976 explotaciones ganaderas de bravo, que cuentan con un censo de 213.457 animales inscritos en el Libro Genealógico de la Raza Bovina de Lidia. Su crianza se extiende por más de 250.000 hectáreas de dehesa, definidas por la Unión Europea como Sistemas de Alto Valor Natural (AVN) que se caracterizan por el bajo empleo de insumos, la presencia de vegetación seminatural y la diversidad de usos del suelo. Estas Dehesas en el Mundo abarcan una enorme tipología de fincas: desde zonas pastadas por ganadería extensiva hasta herbáceos de secano con manchas de vegetación. De su mantenimiento dependen especies únicas y emblemáticas, como el lince ibérico, el águila imperial, razas ganaderas autóctonas o variedades autóctonas de cultivos. De hecho, en las dehesas de toros de lidia se desarrollan programas de conservación de especies protegidas, también son puntos de paradas de aves migratorias cuando hay presencia de acuíferos.

El toro bravo vive en un sistema de crianza extensivo y respetuoso con el medio ambiente. Dispone de mayor intensificación que otras razas bovinas –cerca de dos hectáreas por cabeza y tiene menos impacto sobre su hábitat que otras especies como el cerdo o la oveja. Con todo ello contribuyen a la lucha contra el cambio climático porque las dehesas son sumideros de CO2 y fuentes productoras de oxígeno–.

En su aportación a la conservación de la biodiversidad hay que añadir que esas mismas dehesas son una barrera frente a los incendios por la limpieza del matorral, por la constante vigilancia del ganado y por las características de sus cerramientos, que dificultan la formación y propagación de los mismos, además de evitan el furtivismo y limitan el acceso del mayor depredador, el hombre.

¿Qué pasa si se extingue el toro de lidia?

“Si desaparece el toro, las dehesas van a permanecer ya que son utilizadas por los mismos ganaderos de lidia, para la crianza del cerdo ibérico, explotación de ganado ovino, de otras razas de vacuno, e incluso como cotos de caza”, apunta el veterinario.

¿Que pasaria si se prohíben los toros?

Especies animales se extinguen porque se destruyen los hábitats en los que los animales viven y porque se les mata. Para que no se extinga una especie, el Estado debe proteger sus hábitats y sus vidas, confiscando territorios si fuera necesario y usando el Ejército contra quienes les quisieran explotar o matar.

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