El acceso al capital es el alma de cualquier institución o país fuerte. Durante generaciones, los líderes empresariales han dependido de las instituciones financieras tradicionales para proporcionar los fondos necesarios para lanzar, prosperar y crear empleos que mantengan a las familias. Hoy, sin embargo, estamos en una era en la que la capacidad de acceder al capital a través de canales tradicionales (es decir, préstamos bancarios o los mercados públicos de acciones y deuda) ha disminuido para muchas empresas, consumidores y pequeñas empresas.
Después de la crisis financiera mundial, el sistema bancario se retiró de áreas importantes de préstamos corporativos en medio de mandatos regulatorios para reducir el riesgo y aumentar las reservas de capital. Este éxodo de proveedores de capital trastocó los medios tradicionales de acceso al crédito para muchas pequeñas y medianas empresas y consumidores. Sin embargo, también creó una oportunidad para que los proveedores de capital no bancarios, como los administradores de activos, en asociación con los propietarios de activos, desarrollaran soluciones de crédito privado más amplias en áreas como los préstamos corporativos directos y las finanzas respaldadas por activos para llenar el vacío.
Los administradores de activos y otros actores tienen un papel vital que desempeñar a la hora de impulsar el progreso económico.
El acceso al crédito privado ha sido crucial para las empresas del mercado medio durante décadas. Estas empresas forman la columna vertebral de la economía estadounidense, brindan empleo a casi 50 millones de personas y representan aproximadamente el 40 por ciento de todos los empleos del sector privado. Es importante reconocer que estas pequeñas y medianas empresas tienen alternativas de financiación limitadas y, por lo general, no son lo suficientemente grandes como para acceder a los mercados de deuda pública y de valores.
Es fácil perder de vista el impacto en la vida real de poner dinero a trabajar para buenas empresas que han quedado excluidas de las fuentes de financiación tradicionales. Por ejemplo, en 2022, TCW formó parte de un grupo de préstamos que proporcionó a los fundadores de Black Rock Coffee Bar una nueva línea de crédito que refinanció la deuda existente y proporcionó capital adicional para respaldar sus planes de expansión.
Para las comunidades donde opera la cadena de café, este financiamiento significó algo más tangible: empleos y un lugar de reunión. Lo que comenzó como una empresa mediana en el noroeste del Pacífico ahora se ha extendido a siete estados, llevando la empresa a pueblos y ciudades de todo el oeste. Cada vez que abren un nuevo local, unas 20 personas consiguen empleo como baristas y gerentes. Y para los lugareños, estas cafeterías se convierten en parte de su vida diaria. Desde 2022, Black Rock ha abierto alrededor de 42 nuevas ubicaciones y planea duplicar sus 132 tiendas actuales en los próximos cuatro años.
Estamos viendo que esta tendencia hacia soluciones personalizadas del mercado privado continúa evolucionando con el crecimiento de las ofertas de inversión financiera respaldada por activos privados. La financiación privada respaldada por activos (ABF) es un segmento del mercado que ofrece préstamos a prestatarios respaldados por flujos de efectivo y activos contractuales, incluidos préstamos para consumidores y pequeñas empresas, hipotecas, activos tangibles y otras cuentas por cobrar.
Una característica clave de esta estrategia de inversión es que el flujo de caja contractual y los activos se colocan en un vehículo remoto en caso de quiebra, totalmente controlado por el prestamista, que generalmente se autoamortiza con el tiempo.
Esto difiere de los préstamos directos corporativos, donde los préstamos están respaldados por los flujos de efectivo y garantías de los negocios operativos subyacentes y generalmente dependen de la refinanciación al vencimiento para pagar el saldo original del préstamo. ABF puede proporcionar capital garantizado a empresas de préstamos especializados que ayudan a financiar a prestatarios o comunidades desatendidos, proporcionando a menudo una herramienta de financiación que puede crecer junto con la empresa.
No son sólo los prestatarios los que se benefician de estas nuevas herramientas que ayudan a financiar la economía. Muchas de estas innovaciones también abren oportunidades de inversión atractivas y diferenciadas para una variedad de inversores, incluidas compañías de seguros, planes de pensiones públicos y corporativos e inversores individuales. Por ejemplo, las soluciones financieras respaldadas por activos privados pueden ofrecer exposiciones personalizadas al riesgo, rendimiento, calificación y duración, lo que resulta en una exposición de inversión personalizada muy valiosa para inversores con pasivos restringidos.
Los bancos y otros prestamistas tradicionales seguirán desempeñando un papel importante en la financiación de la economía. Sin embargo, también está claro que los administradores de activos y otros actores tienen un papel vital que desempeñar para impulsar el progreso económico y, al mismo tiempo, volverse cada vez más relevantes para nuestros inversores y socios corporativos. A medida que las necesidades de capital sigan aumentando, las innovaciones en materia de financiación seguirán contribuyendo a dar forma a un futuro en el que más empresas, comunidades e inversores tengan la oportunidad de prosperar.
Be the first to comment on "Innovar para financiar nuestro futuro"