Una iniciativa que busca aumentar la conciencia ambiental, promover mejores prácticas y compartir información acerca del uso del hidrógeno, impulsada por el Clean Energy Ministerial (CEM), con el apoyo de sus países miembros, adelanta Laura Sima, agregada de Energía y directora de oficina en la Embajada de los Estados Unidos (EU) en México.
- Laura Sima, agregada de Energía y directora de oficina en la Embajada de los EE.UU. en México, informa que entre los beneficios, por ejemplo de la Ley Bipartidista de Infraestructura, están los recursos por mil millones de dólares para invertir en mejoras tecnológicas para bajar el costo de la electrólisis, un método de producción de hidrógeno. (Foto tomada del video de la página de H21 Twin Cities)
Algunas ciudades y estados mexicanos se encuentran en la pugna por formar parte de la segunda fase de H21 Twin Cities, una iniciativa que busca aumentar la conciencia ambiental, promover mejores prácticas y compartir información acerca del uso del hidrógeno, impulsada por el Clean Energy Ministerial (CEM), con el apoyo de sus países miembros, adelanta Laura Sima, agregada de Energía y directora de oficina en la Embajada de EE.UU. en México, quien detalla que será en la primavera de este 2024 cuando se den a conocer los resultados.
“Ojalá que haya un ganador mexicano, pero si no hay, la parte importante es que ya tenemos grupos mexicanos trabajando con grupos extranjeros para profundizar su colaboración en el tema”, expresa en una conferencia la funcionaria estadounidense.
A través de H2 Twin Cities, las ciudades seleccionadas podrán compartir las lecciones aprendidas y las mejores prácticas para acelerar la demostración y el despliegue de tecnologías de hidrógeno en todas sus aplicaciones. También podrán aumentar la visibilidad para las comunidades que ya implementan proyectos de hidrógeno e incrementar los despliegues y compromisos para la adopción de proyectos de este elemento químico, el más ligero, así como la participación de las comunidades desfavorecidas, el público y las partes interesadas.
Los recursos y oportunidades resultantes de esta colaboración H2 Twin Cities se centrarán en el impacto que las soluciones de hidrógeno limpio pueden tener en la vida de los ciudadanos, la infraestructura regional y el medio ambiente.
Todo ello bajo dos tipos de asociaciones: Sibling Cities (ciudades de diferentes países que ya están a la vanguardia en el despliegue de tecnologías de hidrógeno) y Mentor-Mentee Cities (ciudades de diferentes países que se encuentran en niveles significativamente diferentes de implementación del hidrógeno), de acuerdo con el CEM.
En 2022 se seleccionaron dos equipos como ganadores en la primera ronda del programa H2 Twin Cities, que se lanzó en noviembre de 2021 y concluyó en noviembre de 2022. Se trata del H2–Trans–Pacific Team, en el que la ciudad estadounidense de Lancaster, California, y Namie Town, en Japón, actuaron como mentores del condado de Hawai’i, Hawaii, en la asociación Mentor-Mentee H2 Twin Cities; y el Hydrogen Is Here! Team, en el que Aberdeen, Reino Unido, y Kobe, Japón, se asociaron bajo el concepto de Sibling H2 Twin Cities.
La Secretaria de Energía de EE.UU., Jennifer M. Granholm, en colaboración con los gobiernos de Japón y el Reino Unido, dio a conocer a los ganadores del programa H2 Twin Cities 2022 en noviembre de 2022 como parte de las actividades de la COP27 en Sharm El-Sheikh, Egipto.
Los ganadores de la edición 2023 están por anunciarse, según el Departamento de Energía de EU
Laura Sima también expresa su entusiasmo para trabajar con la siguiente administración en esta materia y confía en que México eventualmente se sume a organizaciones internacionales, como la Asociación Internacional de Hidrógeno, para impulsar proyectos en la materia.
“Estamos emocionados de trabajar con México, especialmente en una nueva administración que parece más abierta a este tipo de trabajos conjuntos, para ver que México tiene un lugar importante en estas asociaciones”, dice.
Una cadena de suministro de hidrógeno sustentable
Destaca que en 2023, México, EE.UU. y Canadá acordaron la construcción de una cadena de suministro de hidrógeno en Norteamérica, para lo cual han sostenido diversas conversaciones. El reto es cómo hacer este trabajo sin muchos recursos gubernamentales por parte de México.
Si bien, expresó, México todavía no juega un papel grande en estas asociaciones a nivel global, Estados Unidos sí, por lo que podría también beneficiarse (el país azteca).
“Creemos que las inversiones en EE.UU. van a apoyar el sector en México, ¿por qué? Porque las inversiones de la agenda de nuestro presidente (Joe Biden) van a tener repercusiones en el mercado global, porque la innovación y el progreso en cualquier lugar pueden desplegar un camino para costos más bajos y transiciones más rápidas en todas partes del mundo y, también, porque nuestras inversiones en tecnologías van a bajar costos y hacer que el hidrógeno sea más accesible en otros países, pero especialmente en México, porque somos dos mercados tan cercanos y hay tanto intercambio”, resalta Laura Sima.
En este sentido, considera que habrá beneficios directos, los cuales brindarán incentivos e inversiones en el país, en cadena para el crecimiento del sector de hidrógeno, aunque, aclaró, este crecimiento no irá al mismo ritmo que en EE.UU., debido a la carencia de subsidios. Actualmente en el país vecino del norte existe un subsidio de hasta 3 dólares por cada kilogramo de hidrógeno producido.
“Creo que con el hidrógeno, como es un sector tan nuevo, tiene que haber apoyo del gobierno”, sentencia.
De manera que, considera que los esfuerzos de la Asociación Mexicana de Hidrógeno para solicitar apoyo del gobierno son importantes, además de que por parte de la Embajada de EE.UU. buscará un acercamiento para abordar los temas de estándares y seguridad.
“Nosotros queremos hablar con este gobierno, el gobierno de México, sobre estándares y seguridad, porque cuando hay un nuevo sector y nadie entiende qué son los estándares nos pueden vender productos de baja calidad y esto puede arriesgar la salud de la gente trabajando. Estos temas son importantísimos y necesitan del papel (del trabajo) del gobierno”, añade.
“Al menos 23 mil mdd”, el mercado de energías limpias
Según las estimaciones, proyecta Sima, el mercado global de energías limpias alcanzará un valor de al menos 23 mil millones de dólares (mdd) a finales de 2030, por lo que EE.UU. está fortaleciendo su apuesta por descarbonizar su economía y en su estrategia el hidrógeno juega un papel fundamental.
Con la administración de Biden se han planteado diversas metas, las cuales califica Laura Sima como “muy ambiciosas”; entre ellas, destaca, convertirse al 2050 en una economía de cero emisiones netas.
Este objetivo se acordó junto con las naciones de Europa y países de otras regiones, lo que implica la reducción de 50 a 52% de las de las emisiones de carbono para 2030. Y además, lograr un sector eléctrico libre de contaminación por carbono para 2035.
Por lo que, “creemos que el hidrógeno va a jugar un papel importantísimo para llegar a estas metas. Especialmente en (las) industrias química y manufacturera”, asevera para luego comentar que “no solo estamos impulsando una descarbonización sino una transformación económica”.
Si bien el uso del hidrógeno está enfocado de forma tradicional hacia procesos de refinación, como materia prima para la producción de amoniaco y metanol, se ha invertido de manera significativa en los últimos años en algunos sectores que eran considerados “inalcanzables” de descarbonizar, tales como el transporte pesado, la industria química y la manufacturera, añade.
Los avances en hidrógeno
Actualmente, agrega, ya se realizan inversiones fuertes en diferentes materias, por ejemplo, hay más de 500 megavatios de energía de respaldo utilizando el hidrógeno, 60 mil carretillas elevadoras que impulsa una empresa estadounidense junto con otros grandes operadores, 3.7 gigavatios en electrolizadores, más de 80 camiones que dependen de hidrógeno, además de 50 estaciones y 16 mil vehículos.
“Estamos bien claros que es un comienzo, pero es un comienzo fortísimo”, considera.
El Hydrogen Shot en EE.UU.
En el 2021, el Departamento de Energía de EE.UU. anunció su iniciativa de Hydrogen Shot, cuyo objetivo es acelerar la innovación y estimular la demanda de hidrógeno limpio, reduciendo el costo en un 80%, a 1 dólar por kilogramo de hidrógeno limpio en una década, “y recientemente estamos trabajando para alcanzar un reto provisional de dos dólares por un kilogramo en los próximos cuatro años. Es pronto, pero después de este anuncio con la Ley Bipartidista de Infraestructura y la Ley de Reducción de la Inflación tenemos los recursos para impulsar esta transformación de verdad”, sostiene.
Entre los beneficios, por ejemplo, de la Ley Bipartidista de Infraestructura, están los recursos por mil millones de dólares para invertir en mejoras tecnológicas para bajar el costo de la electrólisis, un método de producción de hidrógeno; hay 500 mdd para apoyar a mejorar la industria de hidrógeno en los rubros de manufactura y reciclaje, y 8 mil mdd para desarrollar diversos hubs de hidrógeno.
Este último, se trata de siete centros regionales de hidrógeno limpio, denominados Hydrogen Hubs, cuyo objetivo es producir más de tres millones de toneladas métricas al año, casi un tercio del objetivo de producción de EU al 2030.
“Son siete centros regionales, son grupos entre gobierno, empresas y académicos que se juntaron y decidieron aplicar para estos bonos”, refiere.
Estos son: el Centro de Hidrógeno del Atlántico Medio; de los Apalaches; del Medio Oeste; California Hydrogen Hub; Gulf Coast Hydrogen Hub; Heartland Hydrogen Hub y Pacific Northwest Hydrogen Hub.
Todos ellos, explica, con distintos proyectos con un enfoque acorde con las industrias de la región.
Hoja de Ruta del hidrógeno
Además, se desarrolla una estrategia y una hoja de ruta para el hidrógeno, la cual se terminó en 2023 y contiene tres puntos importantes: el primero es alcanzar 10 megatones de hidrógeno producido al 2030, y “producir suficiente hidrógeno para realmente crear un mercado”, expone.
El segundo punto se refiere a la reducción del costo, un hito provisional es el de alcanzar 2 dólares por kilogramos para 2026 y llegar a un dólar por kilogramo de hidrógeno al 2031.
Y el tercer punto es el enfoque regional que posee con inversiones para su desarrollo, dado que la visión es que el hidrógeno sea accesible al público –que es parte importante del plan– y también de manera económica, dice. Para ello se trabaja con otras agencias como son el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología, en iniciativas para promover inversiones privadas; con el Departamento del Tesoro, en lo que refiere a los subsidios de hidrógeno; además de temas como el de justicia energética, que se revisa con la Secretaría del Trabajo, entre otros.
“Tenemos este enfoque regional porque entendemos que un negocio no puede existir solo, depende de otros centros de industria, entonces tenemos este concepto de inversiones regionales para poder impulsar un desarrollo regional”, explica.
A la vez se invierte en tecnología para bajar costos al usuario final, sea de tipo industrial o privado, y alcanzar una industria de hidrógeno limpia.
“Creemos que podemos alcanzar esto con varios tipos de inversiones en tecnologías, en incentivos, en competencia, en seguridad porque estamos invirtiendo también en apoyo a la industria con servicios de emergencia y apoyo para bajar los riesgos de la inversión y también investigación y desarrollo de parte del gobierno”, detalla.
El hidrógeno, un ganar-ganar
Sima agrega que “en Norteamérica vemos el hidrógeno como un ganar-ganar: puede producirse en cualquier parte de Estados Unidos, apoyar a otras industrias, incrementar nuestra seguridad energética y la independencia en un momento en el que la pandemia y la invasión de Rusia en Ucrania han creado incertidumbre en el mercado. Y creemos que estos beneficios también los puede brindar el hidrógeno a México, Canadá y otros países”.
Explica que todo está enfocado al hidrógeno limpio y su visión “es un poco distinta al hidrógeno solamente verde”.
Creo que todos nos han acostumbrado a dar colores de hidrógeno, ya sea como verde, azul, rosado y casi todos los colores del arcoíris, pero el arcoíris es transitorio e intocable. En el Departamento de Energía de los EE.UU., de hecho, creemos que no se trata tanto de colores sino de reducir de contaminación por carbono, expresa.
Para lograrlo y que esta industria crezca de una forma correcta, advierte, se requiere de un trabajo en conjunto y colaborar para desplegar códigos y estándares con el objetivo de maximizar la seguridad y minimizar derrames nocivos y que los países y compañías tengan certeza en el sector, por lo que, dijo, debemos también colaborar para crear negocios en nuevos mercados y construir cadenas de suministro con países que comparten valores democráticos para que la economía de hidrógeno sea segura y resiliente frente a shocks globales”, manifiesta.
Sima comenta que en el camino hacia ciertas metas se busca, a la par, alcanzar otros objetivos sociales y económicos, como: “garantizar beneficios a los estadounidenses con menos recursos utilizando fondos gubernamentales; asegurarnos que 40% de los fondos de gobierno que se utilizan para impulsar un sector energético descarbonizado” se dirija hacia comunidades de escasos recursos y también emplear a más estadounidenses.
Son “metas muy ambiciosas y unas prioridades sociales igualmente ambiciosas, pero creemos que sin enfocarnos en estas también prioridades sociales no podemos convencer al público de los beneficios de la transición energética, así que son importantísimas también para nosotros”, asegura.
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