Cómo las ciudades longevas están configurando el futuro de la salud urbana

Los avances médicos y de salud pública han duplicado la esperanza de vida mundial durante el último siglo, presentando oportunidades y desafíos, especialmente en las zonas urbanas donde reside la mayor parte de la población mundial.

Las ciudades están liderando este cambio demográfico: se estima que para 2050 el 70 por ciento de la población mundial vivirá en áreas urbanas.

Los modelos tradicionales de atención sanitaria están demostrando ser insuficientes para abordar la policrisis actual, que incluye el cambio climático, la inseguridad alimentaria y las tensiones geopolíticas.

Para apoyar eficazmente a las poblaciones que envejecen, es necesario un enfoque proactivo que integre la atención médica dentro de la comunidad y enfatice la prevención personalizada.

¿Qué son las ciudades de longevidad?

Las ciudades de longevidad están surgiendo como plataformas fundamentales donde la salud, el medio ambiente y los factores sociales convergen para promover vidas más largas y saludables.

Estas ciudades aprovechan las agencias municipales, empresas privadas, lugares de entretenimiento, espacios públicos e instituciones educativas para experimentar con políticas innovadoras, tecnologías inteligentes y estrategias de planificación urbana.

La importancia de las Ciudades de Longevidad se destacó durante la Conferencia Global 2024 del Instituto Milken

Aquí, los expertos señalaron que si bien la genética juega un papel en la esperanza de vida, una parte significativa (hasta tres cuartas partes) de la longevidad está influenciada por el estilo de vida y factores ambientales.

 Estas ciudades pretenden optimizar estos factores, mejorando así la calidad y la esperanza de vida.

Pilares de las ciudades de la longevidad

  1. Optimización del exposoma

Las ciudades longevas se centran en reducir las exposiciones nocivas, como la contaminación del aire y la mala alimentación, al tiempo que promueven la actividad física mediante inversiones en sistemas naturales como parques y espacios verdes.

El exposoma, que abarca exposiciones ambientales como la calidad de los alimentos, la contaminación del aire y el acceso a espacios públicos, influye significativamente en los resultados de salud y el proceso de envejecimiento.

Estos esfuerzos están diseñados para mitigar los riesgos asociados con la vida urbana y mejorar los resultados generales de salud.

  1. Salud mental y la prosperidad económica

La salud mental se extiende más allá de las intervenciones médicas y repercute en la prosperidad económica, el crecimiento urbano y la vitalidad general.

Priorizar la salud mental en el lugar de trabajo fomenta la innovación, la resolución de problemas y un entorno de trabajo positivo, mejorando la productividad general y el crecimiento económico.

El concepto de salud mental, enfatiza la calidad de la función cerebral a lo largo de la vida de un individuo, promoviendo un mejor desempeño cognitivo y bienestar mental en cada etapa de la vida.

  1. Habitabilidad urbana y bienestar comunitario

La habitabilidad urbana y el bienestar de la comunidad están estrechamente vinculados con el diseño y la distribución de los barrios, influyendo en el comportamiento y las interacciones de los residentes.

Los enfoques innovadores de la arquitectura y la planificación urbana optimizan el exposoma e inciden en la cognición y la percepción humanas, apoyando activamente la salud y el bienestar de la comunidad.

  1. Aprovechar la tecnología para el bienestar

Las ciudades que están en transición hacia priorizar la prevención sobre el tratamiento de enfermedades deben utilizar tecnologías emergentes para apoyar la interconexión dentro de sus comunidades.

Las tecnologías avanzadas como los elementos de las ciudades inteligentes, la computación cuántica, la robótica y la inteligencia artificial (IA) abren caminos para intervenciones de atención médica personalizadas y aplicaciones sofisticadas de monitoreo de la salud, empoderando a las personas para gestionar su salud de manera proactiva.

  1. Equidad e inclusión

Es fundamental garantizar un acceso equitativo a los recursos que promueven la salud. Las ciudades longevas se esfuerzan por crear entornos inclusivos donde todos los ciudadanos, independientemente de su situación socioeconómica, puedan beneficiarse de mejores resultados en materia de salud.

Esto implica implementar políticas y programas que aborden las disparidades en la atención médica, la vivienda y el apoyo comunitario, fomentando un sentido de pertenencia y bienestar para todos los residentes.

Longevity Cities imagina un mundo donde la edad no conoce límites y las ciudades están diseñadas para mejorar la vida.

Para hacer realidad la visión de Ciudades de Longevidad, es esencial un marco sólido de políticas que apoyen un desarrollo urbano sostenible y centrado en la salud.

Involucrar a las comunidades en la planificación garantiza que los desarrollos satisfagan sus necesidades y que los beneficios de salud se distribuyan equitativamente.

Estudiar el concepto de exposoma implica un cambio de perspectiva en la investigación de cómo los riesgos ambientales afectan a la salud humana.

En lugar de mirar las consecuencias que cada exposición podría tener en nuestro organismo, se plantea el estudio de todas las exposiciones a las que una persona está sujeta desde la concepción hasta la muerte. El exposoma tiene en cuenta todos los elementos a los que estamos expuestos a través de nuestra dieta, estilo de vida y el entorno en el que vivimos y trabajamos, así como factores biológicos internos como el metabolismo, la microflora intestinal, la inflamación y el estrés oxidativo.

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