- La acción climática de las empresas va en aumento, pero aún queda mucho por hacer para llevar a cabo una transición energética completa.
- Los líderes corporativos del clima reconocen que la próxima etapa de acción debe ser cualitativamente diferente.
- Una nueva encuesta revela las opiniones de 200 profesionales de sostenibilidad sobre cómo avanzar en la descarbonización.
El cambio en la acción climática de las empresas en los últimos años ha sido extraordinario. Sin embargo, estamos a más de la mitad del período crítico entre el Acuerdo de París de 2015 y 2030, y las emisiones siguen aumentando. Está claro que el mundo necesita aumentar sus esfuerzos.
El informe de investigación ClimateAction At Scale, presentado en la Semana del Clima de Nueva York, se habló con profesionales del clima y la sostenibilidad de algunas de las mayores empresas del mundo sobre sus experiencias en este cambio. Reconocen que lo que debe venir a continuación será cualitativamente diferente de lo que hemos visto hasta ahora. En una encuesta realizada a 200 profesionales del área, la mitad considera que la descarbonización será un reto grave -una “amenaza existencial” o “muy preocupante”- en 2030, mientras que un tercio ya lo ve así.
También tienen claro qué se necesita, qué pueden hacer y en qué aspectos dependen de otros. He aquí cuatro lecciones que hemos aprendido:
- No se puede actuar a escala en contra de los propios intereses. Los líderes que están aumentando su acción climática están creando las condiciones para que los intereses corporativos y climáticos se alineen
Hacer algo porque es “lo correcto” es una receta para el incrementalismo. Intentar actuar a gran escala sobre esa base crea una resistencia justificable, porque la presión para obtener resultados comerciales es demasiado fuerte. Esta resistencia desaparece cuando los intereses corporativos de una empresa y los intereses climáticos coinciden.
Los ejemplos más sólidos se encuentran en las empresas B2B que están encontrando formas rentables de actuar como proveedores de servicios de descarbonización para sus clientes corporativos. Los intereses de Ball Corporation podrían alinearse, por ejemplo, si la inversión en la construcción de una economía circular del aluminio desplaza el uso de materiales competidores menos reciclables en los envases de bebidas. Los intereses podrían alinearse para Maersk si las marcas de consumo preocupadas por sus propias huellas de carbono pagaran una prima por el transporte marítimo impulsado por biocombustibles en lugar de combustibles fósiles.
- No se puede conseguir una acción climática a gran escala sólo reduciendo. Pero sí construyendo
La reducción de emisiones es fundamental, pero reducir a cero significa hacer algo diferente, no sólo emitir menos. Los líderes climáticos abrazan la destrucción creativa que suele impulsar la transformación y la innovación. Se trata de renovar la empresa, el sector industrial en el que opera y la economía en general. En el fondo, se trata de nuevas propuestas de valor que las empresas han desarrollado. Entre ellas se incluyen ofertas que aumentan la cuota, con o sin sobreprecio, de soluciones con bajas emisiones de carbono a expensas de alternativas con mayores emisiones, y propuestas que ahorran dinero a través de eficiencias operativas, normalmente en energía, pero también en personas y materiales.
Una empresa de Cocinas que produce Alimentos, por ejemplo, está reduciendo sus emisiones de Alcance 3 reequilibrando la comida que sirve en las oficinas, escuelas y otras instituciones de sus clientes. Está introduciendo “comidas bajas en carbono”: no se trata de dietas vegetarianas o basadas en plantas, sino de un cambio en el equilibrio de lo que hay en el plato hacia menos carne y más verduras. La iniciativa requiere una gran inversión en la reconversión profesional de sus cocineros, pero se amortiza en la propuesta competitiva para los clientes corporativos y en el cambio de proteína animal a vegetal, además del beneficio de la descarbonización.
- Los líderes de la acción climática a gran escala están adoptando nuevos diseños empresariales, utilizando nuevas mentalidades para obtener nuevas recompensas
En palabras de un profesional: “Lo que podemos hacer con un argumento comercial tradicional, ya lo hemos hecho”. Para ir más allá, las organizaciones líderes están abiertas a nuevas formas de pensar: sobre el riesgo y la incertidumbre, sobre lo que constituye un argumento comercial y sobre las capacidades que importarán en el futuro. Identificamos una amplia gama de argumentos utilizados para respaldar inversiones a escala que no generarían de forma convincente un rendimiento financiero competitivo en relación con la línea de base del negocio actual.
Las empresas que avanzan utilizan, en cambio, argumentos basados en:
- Diferenciación competitiva: Posicionamiento para satisfacer la nueva demanda de los clientes empresariales.
- Protección de los ingresos: Inversiones para preservar la licencia de la empresa para operar a medida que cambian las expectativas de las partes interesadas.
- Facilitación de ingresos: Inversiones sin las cuales algunas de las visiones de creación de valor descritas anteriormente no serían viables.
- Ventaja del pionerismo: inversiones para aprender, demostrar y liderar.
- Anticiparse a la regulación o influir en ella: Adoptar medidas para seguir siendo competitivos ante una futura regulación o tarificación del carbono.
- Delegación de inversiones: Imponer requisitos de descarbonización a la cadena de suministro.
- Evitar los activos varados: Avanzar para evitar quedarse atrás.
- Llenar el vacío de rentabilidad: Estructurar o financiar una inversión que lleve una solución innovadora a un punto de inflexión, haciendo comercialmente viable una solución no comercial.
- La acción climática a escala depende de inversores, responsables políticos y otros agentes para encontrar soluciones, además de rentabilidad. Las empresas no pueden hacerlo solas, pero pueden mostrar el camino
A falta de un gran tirón por parte del consumidor final -algo que nadie espera-, estas iniciativas empresariales se construyen sobre dos cimientos inseguros: el compromiso continuado de los inversores y la evolución de las políticas públicas. “Crear las condiciones”, como describíamos en el primer punto, puede significar propiciar ecosistemas completos, entornos normativos y financiación, no sólo nuevas propuestas de valor para el cliente.
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