Taiwán con una población de más de 23 millones de personas y una tendencia a envejecer rápidamente debido a la baja tasa de natalidad, este país, que es una potencia en tecnología, enfrenta escasez de mano de obra calificada en la industria manufacturera y no es un problema menor.
La situación comienza a agravarse en industrias como la de fijación y sujeción, donde goza de un liderazgo a nivel mundial ya que tiene la posición número tres en términos de exportación de sujetadores, sólo detrás de EE.UU. y Alemania.
Además, esta industria —que emplea no sólo a trabajadores de las fábricas, sino también a aquellos en áreas relacionadas como transporte, logística y comercio— representa una parte importante del comercio exterior de este país: los productos taiwaneses son conocidos por su alta calidad y competitividad, lo que los hace muy demandados en mercados internacionales, especialmente en Norteamérica, Europa y Asia.
Esta industria es considerada un clúster único que abarca todas las facetas de las cadenas de suministro, incluyendo áreas como una logística eficiente con entregas rápidas.
Y sin que hasta ahora el buen desempeño de esta industria de tornillos, pernos y tuercas en Taiwán —que le vende a varios países del mundo, incluido México, país que en 2023 ocupó la posición número siete en sus exportaciones— se haya visto afectado por la falta de mano de obra calificada, empresas de este rubro de sujeción y fijación que participaron los días 5, 6 y 7 de junio del presente año como expositoras en el Taiwan International Fastener 2024 reconocen que el problema crecerá en los próximos años, quizás en el corto plazo, por lo que ya iniciaron acciones que prevén ayudarán a que la industria de tornillos y tuercas siga siendo competitiva y, más aún, para que sus procesos estén mayormente alineados con el cuidado del medio ambiente y la descarbonización, sumado al hecho de que esta industria tiene frente a sí las nuevas tendencias, como la electromovilidad, donde la cadena de proveedores se transforma.
Se trata de un asunto clave porque, con mucho, Taiwán es líder en la producción de componentes esenciales para la industria automotriz, como sujetadores y semiconductores, los cuales son fundamentales para la fabricación de autos eléctricos.
Apuesta por la tecnología
Es por ello que en las plantas de manufactura de la industria de fijación y sujeción las operaciones están encaminadas en dos vertientes: a la contratación de mano de obra calificada de otros países asiáticos, por un lado; y, por otro, a acelerar la adopción de nuevas tecnologías para avanzar en la implementación de la Industria 4.0 y de la Inteligencia Artificial (IA) con el objetivo de que la dependencia de la mano de obra sea cada vez menor.
Así lo confirman en entrevistas por separado diversas empresas al coincidir que los jóvenes no quieren estudiar carreras STEM (por las siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), ni trabajar en las plantas de manufactura: “Quieren más bien ser youtubers o influencers”, dicen empresarios que son CEO’s y directivos de firmas taiwanesas como CPC Fasteners, Boltun Corporation, Zolux International e Easylink Industrial, entre otras.
Leonel Ruiz González, Sales Department de la compañía taiwanesa Easylink Industrial, productora de tornillos y tuercas para las industrias automotriz, maderera y eléctrica, con plantas de manufactura en Taiwán y Vietnam y una cartera de clientes en EE.UU., país que tiene 40% de sus exportaciones, México “que no se queda atrás”, Europa y otros países, confirma en entrevista exclusiva que “aumentaremos nuestro rango de producción; es decir, las medidas de nuestros tornillos”, así como la capacidad de producción debido al crecimiento de la demanda en el mercado.
Esta empresa fundada en 1992 en Taiwán abrirá en ese país, para 2026, una nueva factoría que será “la tercera más grande de la firma” y quiere además ampliar la capacidad de producción para “la parte automotriz y eléctrica; por eso vamos a crear una instalación mucho más grande, con más capacidades de CNC, para ensamble, etcétera”, detalla Ruiz González.
Añade que “vamos a invertir más en tecnología de Inteligencia Artificial, ya que el factor laboral recientemente se ha reducido porque hoy día nuestros jóvenes no quieren trabajar en este tipo de mercados; se están dedicando más a las áreas de comunicación y a las redes sociales. Para ser más directo: quieren ser influencers o youtubers”, comenta al hacer énfasis en que “el mercado laboral está bajando mucho mundialmente, incluido Taiwán”.
Con Ruiz González coincide Andy Sun, CEO de CPC Fasteners, quien comenta que la digitalización y las máquinas en la producción se han vuelto una prioridad no sólo por la falta de mano de obra, sino porque los procesos deben ser más limpios: “Tenemos los principios de ESG”, que se refieren a factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo.
Además, en su planta de fabricación cuentan con paneles solares: toda la energía que ocupan para su producción se genera a través del Sol.
CPC Fasteners, localizada en Kaohsiung, fabrica sistemas de sujeción para aplicaciones en la industria de la construcción. Le vende a Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, entre otros. En el caso de México, “es una potencia en desarrollo”, comenta al destacar que en este mercado por el nearshoring y el TMEC “tenemos grandes expectativas”.
Mano de obra… de importación
Los empresarios de la isla asiática reconocen que en el mediano plazo, en diez años, la falta de mano de obra calificada será “un problema muy grande para muchas compañías”, como refiere Leonel Ruiz González, originario de Puerto Rico y quien tiene experiencia en la industria de fijación y sujeción.
Por otro lado, a decir de Anita Cheng, de la empresa Zolux International, cuyos principales mercados son EE.UU. y Sudamérica, donde México es relevante, la mano de obra en Taiwán es más cara que en otros países, por lo que esta empresa que tiene dos plantas de manufactura en Kaohsiung con un mercado de tornillos dirigido a los sectores de construcción y entretenimiento, ambos en crecimiento, pues registran números de ventas “mejores que el año pasado, 2023” contrata personal de otros países, por ejemplo, de Filipinas, porque “su mano de obra es más barata que la de Taiwán”.
Destaca que “los filipinos son mucho mejores que los vietnamitas: trabajan mucho y se levantan muy pronto para trabajar, son más fuertes…” Esta empresa tiene 50 empleados y en su mayoría son extranjeros, confirma Cheng.
Otra medida que lleva a cabo Taiwán para abatir el problema de la mano de obra calificada es la cooperación laboral con países de Asia, entre ellos India, con el que hace algunos meses firmó un acuerdo que ofrecerá más oportunidades de cooperación laboral entre ambas naciones.
El secretario del Consejo de Seguridad Nacional de Taiwán, Joseph Wu, declaró que este país “busca fortalecer la cooperación económica, cultural, educativa y agrícola con India, que posee un vasto mercado y un fuerte potencial económico”.
Aceleran incorporación de Industria 4.0 e IA
Firmas como Easylink Industrial y CPC Fasteners están acelerando la incorporación de tecnologías e Industria 4.0 en sus procesos de producción.
“Hoy en día nuestra planta está totalmente controlada por nuestro sistema IoT (Internet de las Cosas), que nos da supervisión total en nuestra producción. Con cuatro monitores que tenemos en diferentes puntos de nuestra compañía podemos observar la producción completa y tener la información de la producción en tiempo real. Eso nos ayuda a que no haya tantos supervisores dentro de nuestra producción”, reconoce Leonel Ruiz al destacar que actualmente Easylink Industrial tiene 200 personas trabajando solamente en la planta de Taiwán, cuyos mercados más importantes son automotriz, eléctrico y electrónico.
Andy Sun, Ceo de CPC Fasteners, incluso comenta que “las máquinas para producir cada vez son más importantes que la gente”.
Y apunta que en sus procesos de fabricación “tenemos más máquinas que personas” por considerar que la industria de fasteners no necesita tanto recurso humano, sino máquinas especializadas para tener una producción competitiva y a grandes volúmenes.
Las empresas taiwanesas en la industria de sujeción y fijación están así comprometidas con la innovación para mantenerse competitivas a nivel global.
Esto incluye el desarrollo de nuevos materiales, procesos de manufactura avanzados y productos personalizados.
En el caso de la empresa Boltun Corporation, ésta trabaja con sus proveedores directos “de lo que es la materia prima (el acero que es producido en Taiwán), así como con el gobierno de este país para desarrollar tecnologías que generen una manera de producir más verde”.
En cuanto a la energía, Fernando Sánchez, directivo de esta empresa, comenta que Boltun Corporation tiene procesos completamente automatizados y produce con energía verde. “Los molinos de viento es uno de los proyectos que tiene el gobierno de Taiwán para que toda la energía que se genera tenga más contenido de energía verde”, refiere, para luego adelantar que la firma tiene proyectos en proceso “para la instalación de paneles solares a fin de minimizar el contenido de emisiones de carbono”.
El gobierno taiwanés apoya la industria de sujeción y fijación a través de políticas que fomentan la I+D, lo cual puede incluir incentivos fiscales, subsidios y programas de financiamiento para proyectos de innovación.
Según el Consejo Nacional de Desarrollo de Taiwán la inversión en I+D en el sector manufacturero suele ser de alrededor de 3-4% del PIB industrial.
En este contexto, la industria de sujeción y fijación en Taiwán enfrenta varios retos y desafíos que pueden afectar su competitividad y crecimiento en el mediano y largo plazo.
Algunos de esos retos son, sin duda, tener la suficiente mano de obra calificada en las plantas de manufactura, la implementación de nuevas tecnologías y tener más innovación e I+D, ya que países de bajo costo, como China y otros del sudeste asiático, pueden desbancar a la isla del lugar privilegiado que hoy ocupa en esta industria.
Taiwán está hoy, sin duda, en la batalla por mantenerse como líder de este mercado.
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