Phil Newman comparte su experiencia y conocimiento de la ciencia emergente de la longevidad, y habla sobre cómo vivir más sano y durante más tiempo, y cómo las personas pueden participar en la economía emergente de la longevidad. En la plática también se tratan algunas de las experiencias personales de Phil, su visión de las tendencias de la industria y su opinión sobre cómo desacelerar el ritmo del envejecimiento.
¿Qué es la longevidad?
La plasticidad del envejecimiento y la capacidad de controlarlo están empezando a cobrar conciencia pública: se trata de prolongar la esperanza de vida y acortar el período de morbilidad, y eso es estupendo porque a todos nos interesa que la gente viva más tiempo, pero, francamente, lo más importante es que los gobiernos y los sistemas sanitarios se pongan las pilas y entiendan también lo que está pasando en este ámbito. Tienen este espinoso problema macroeconómico que está ocurriendo en todas las sociedades del mundo: cada vez hay menos contribuyentes jóvenes y cada vez más personas mayores que viven jubiladas, lo que supone una carga sanitaria. EE.UU. gasta 3 billones de dólares al año en atención sanitaria, el 90% de los cuales se destina a enfermedades relacionadas con la edad.
La longevidad no consiste únicamente en vivir mucho tiempo; nadie quiere vivir hasta los 125 años en una residencia de ancianos. Se trata de ampliar la esperanza de vida y comprimir el período de morbilidad al mínimo posible. El objetivo es dar a las personas y a los sistemas sanitarios el beneficio de la ausencia de enfermedades. El sistema sanitario actual es un sistema de atención a los enfermos: se va cuando se está en malas condiciones. El cambio hacia los medicamentos preventivos está ocurriendo, con el apoyo de los gobiernos. Hemos visto esto con los medicamentos GLP-1 para la pérdida de peso. Imaginemos lo que va a pasar cuando exista un medicamento para mitigar las enfermedades relacionadas con la edad a nivel sistémico de todo el cuerpo. Cuando llegue, será algo enorme.
Mirando hacia el futuro
La industria de la longevidad atrae miles de millones de dólares al año para desarrollar terapias futuras que podrían prolongar la vida sana de las personas. Conceptos como la reprogramación celular apuntan a revertir la edad de las células, lo que podría rejuvenecer el cuerpo entero en lugar de solo partes específicas. Esto podría mantener a las personas en sus 30 años biológicamente durante el tiempo que puedan acceder a estas terapias, lo que abre el debate sobre la velocidad de escape de la longevidad e incluso la inmortalidad.
Esta intersección entre la biología antigua y la inteligencia artificial moderna está acelerando el descubrimiento de terapias. La inteligencia artificial está generando numerosos objetivos teóricos, lo que genera un desafío posterior para validar y llevar estas terapias al mercado. A pesar de la velocidad de los descubrimientos impulsados por la inteligencia artificial, las etapas necesarias del desarrollo clínico, que pueden demorar hasta diez años, no se pueden obviar.
La convergencia de las industrias de la longevidad y del espacio es fascinante. El espacio ofrece una plataforma de investigación única, ya que los astronautas envejecen más rápido en el espacio, lo que lo hace ideal para estudiar terapias de longevidad. Además, la disminución de las tasas de natalidad y la necesidad de un planeta sostenible lleno de personas sanas se vinculan con el concepto de colonias fuera del planeta, lo que resalta la importancia de la investigación sobre la longevidad para los viajes espaciales futuros.
En última instancia, si bien el potencial de la IA y las nuevas tecnologías para descubrir y desarrollar nuevas terapias es inmenso, los estrictos procesos y consideraciones en el desarrollo clínico garantizan la seguridad y la eficacia, allanando el camino para un futuro en el que los seres humanos puedan vivir vidas más largas y saludables.
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